Esta entrada busca fusionar la campaña Drácula Dossier de Agentes de la noche con Cazadores de libros de Londres de El rastro de Cthulhu. Para ver el resto de entradas, busca por la etiqueta Dragons Rouge et Noir.
La semana pasada hablamos de la posibilidad de utilizar el famoso libro ocultista Dragon Rouge como premisa para construir una campaña a su alrededor y lo llevamos a los años 30. Pasemos ahora a los 70 y a la caza del topo.
La naturaleza de esta sección cambia dependiendo de si los agentes están en Edom o son autónomos. Si son autónomos, son contratados por alguna de las personas del Dossier de los años 70, o del último Legado. Naturalmente, la persona de los años 70 es su yo más joven, no la versión que se ve en el Dossier.
El empleador de los agentes descubre que un oscuro asesinato sin resolver que ocurrió en Limehouse en la década de 1930 puede haber tenido algo que ver con una copia perdida del Dragon Noir, y los agentes tienen la tarea de hacer un seguimiento.
The Grapes, que reinventaré como un bareto completo con adornos y scooters, no tiene mucho que ofrecer a primera vista. Sin embargo, hay dos pistas potenciales:
- Un viejo y decadente que siempre viene a tomar su pinta de refresco a la misma hora todos los días estaba allí en la noche en cuestión. [Incluso podría ser Clarence, si sobreviviera al escenario original.]
- Se rumorea que las habitaciones del piso superior están embrujadas y, por primera vez, esos rumores tienen algo de verdad.
- La naturaleza exacta del hechizo dependerá de la naturaleza de los vampiros en tu campaña, así que no lo detallaré aquí. Podrían ser paredes sangrantes, podría ser Cordero haciendo sonar cadenas y gimiendo, podrían ser dilataciones del tiempo o criaturas escondidas detrás de cada superficie espejada.
- Bonificación: Ian McKellen, en este momento un actor en activo con papeles principales en Stratford y que pronto hará su debut en Broadway, podría aparecer en una escena de Grapes.
Investigaciones posteriores (archivos de la biblioteca, antiguos informes policiales, posiblemente registros de subastas, pistas fundamentales) descubren que los libreros anticuarios de du Bourg’s estuvieron involucrados de alguna manera y, por suerte, la librería todavía existe. Es posible que uno o dos de los Cazadores todavía estén vivos. Son viejos destrozados y tambaleantes en la trastienda que disfrutan de una buena taza de té con pastas.
Las cosas se complican inesperadamente cuando una de las personas que los agentes han interrogado (el tipo, el propietario/barman/cliente de The Grapes, uno de los libreros de du Bourg’s) aparece asesinado en un callejón poco después de que los agentes hablan con ellos. El asesino es fácil de encontrar, un rockero muy tatuado y con chaqueta de cuero con el que se dice que la víctima tuvo una discusión. De hecho, el rockero estaba ganándose el favor de la Hermandad Satánica y le dijeron que cometiera el crimen. El abogado que garantiza que el rockero se salga con la suya con la pena mínima también es un subordinado de la Hermandad, que se distingue por su elegante anillo de sello.
Los agentes ahora tienen tres objetivos:
- Descubrir qué pasó con el Dragon Noir allá por la década de 1930 y, si está disponible, recuperarlo.
- Descubrir por qué alguien aparentemente tan oscuro tuvo que ser brutalmente asesinado.
- Descubrir qué le ocurrió realmente a Jan Lachs en los años 30. Puede que los Cazadores tengan su versión, pero incluso si Lachs terminño muerto, ¿permanecería enterrado? ¿De dónde sacó Lachs el libro?
Factor que complica la situación: los acontecimientos de la década de 1930 engendraron vampiros salvajes, y algunos de ellos todavía andan por ahí, tratando de no ser estacados.
Un factor de complicación adicional: el Topo también quiere tener en sus manos al Dragon Noir, presumiblemente para entregárselo a sus partidarios de la Conspiración, o tal vez se trate de algún complicado doble engaño diseñado para desbaratar la caza del topo. Si no tienes a nadie para hacer de Topo o no quieres utilizar a ninguno del Dracula Dossier, puedes utilizar el siguiente:
Geoffrey Battle Lydell, también conocido como G.B.
Tres cosas: cabeza de bala, cepillo de dientes, bigote de Hitler, afirma haber trabajado para el FBI y tiene algo de formación policial (suspendió un examen psicológico y fue descalificado).
Cita: Bajo la autoridad de la Orden Ejecutiva 11503, por la presente lo acuso de… [inserte tonterías legalistas aquí.]
Antecedentes penales: allanamiento de morada, extorsión, hacerse pasar por un oficial federal, conspiración, escuchas telefónicas, múltiples violaciones de la Ley Mann.
Antecedentes: G.B. nunca tuvo un descanso en su vida, eso es lo que le gusta decirle a la gente, y exactamente de esa manera: G.B. obtendrá el suyo algún día, ya verás, oh muchacho, se arrepentirán del día en que se cruzaron con el viejo G.B. … Es un intermediario político, mensajero y recaudador de cualquier cantidad de trucos políticos poco sabrosos. Como tal, viaja por el mundo en misiones para sus amos. Esta semana está en Washington, la próxima en Saigón y Berlín la semana siguiente. Comenzó (después de su desastroso intento de hacer carrera en el FBI) procurando entretenimiento para reuniones políticas – de ahí las violaciones de la Ley Mann – y cuando demostró ser una mano algo confiable se le dieron más responsabilidades.
No tiene ninguna conexión directa con los Mitos ni con vampiros, pero uno no viaja por el mundo haciendo trabajos ocasionales para políticos peculiares sin enterarse de uno o dos rumores. Varios de sus empleadores recientes tienen enlaces MJ-12 y a veces lo utilizan como una especie de canario en la mina de carbón, enviado solo para ver si alguno de los rumores sobre (cualquiera que sea esta semana) tiene sustancia. Aunque G.B. no trabaja con un equipo regular, conoce muchísimos mercenarios, desde ex pilotos polacos de la RAF que ahora vuelan para los señores de la guerra africanos hasta los resistentes de la Guerra Civil española y los nacionalistas árabes. GB tiene cierto conocimiento de la ciencia marginal y lo antinatural, pero normalmente es mejor ignorar sus fantasías; aunque a veces, cuando está borracho, afirma estar tomando notas extensas sobre sus actividades, con quién ha trabajado y qué ha visto. Oh, se arrepentirán de haber cortado al viejo G.B., sí señor…
¿La actualidad? ¡La semana que viene aquí, en el blog!
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