Las muchas caras de Drácula

por James Palmer

En este artículo se plantean diferentes formas de ser de Drácula, para que pueda sorprender a la vez que impulsar la historia de Agentes de la noche a lugares completamente diferentes. Eleva tu campaña de Drácula Dossier con esta pequeña ayuda.

Drácula, el Señor de la Guerra: En vida, Vlad Tepes era un hombre dispuesto a todo para ganar. Muerto, es peor. Ser vampiro es solo una parte de su arsenal, y mientras lo use, nunca se volverá dependiente de él. ¿Sacas una cruz? Él saca una pistola. ¿No lo invitas a entrar? Vuela tu casa por los aires desde fuera. Pierde sus poderes de día, cuando es simplemente un señor de la guerra centenario que domina todas las armas conocidas, controla un pequeño país, tiene sus influencias por toda Europa y cuenta con un séquito de guardaespaldas leales hasta la muerte.

Intenta hacer esto explícito en términos de juego: otorgándole una habilidad de Preparación, como los Agentes, de rango 14-20 aproximadamente, y gastándola y tirando dados para obtenerla. De esa manera, que Drácula siempre tenga un plan B o la respuesta adecuada no se sentirá como una imposición del Director, y los Agentes pueden planear múltiples enfoques, eventualidades y engaños para intentar superar al amo (agotando su reserva).

Showman: Ha visto todas las representaciones de sí mismo; su guarida tiene una biblioteca de películas, series y videojuegos, y se ha impregnado de ellas. A veces es Bela Lugosi, a veces es Gary Oldman, a veces es Christopher Lee; nunca se puede estar seguro de cuál es su verdadero rostro, o si siquiera lo tiene. Quizás fue Vlad Tepes en vida, quizás simplemente le gustaba su estilo, quizás ya no lo recuerda. Le encantan los grandes discursos sobre su ascendencia, sean ciertos o no.

Es un gran fanático, pero es un fanático como el Joker. Todo le divierte, ya sea obligar a sus secuaces a raparse como murciélagos o disponer los cadáveres de la familia de un Agente en un cuadro obsceno animado por nigromancia. La vida y la muerte son chistes, y el chiste siempre termina gritando “¡Los Aristócratas!”.

Si hay algo que sin duda enfurecerá al grupo promedio de jugadores, es un PNJ que se ríe de ellos. Ya sea en videos pregrabados, visiones oníricas o mensajes garabateados con sangre, el Showman provocará y provocará a los Agentes por toda Europa. Prefiere mantener con vida a sus enemigos favoritos, porque al fin y al cabo, necesita un público realmente agradecido, pero los despojará de todo para que, al final, solo queden él y ellos en un escenario vacío.

[Modo Espejo] Es muy probable que el Showman siga la costumbre del Vlad Tepes de la vida real de disfrazarse para viajar entre sus enemigos. Puede disfrazarse de un PNJ amistoso (sobre todo si es indistinguible de un humano durante el día) para acompañar al grupo, ser su mecenas secreto o incluso secuestrar y adoptar la forma de un Agente (si tienes un jugador obediente) durante una o dos sesiones.

Acosador: Lo impulsa el amor, ¿sabes? Eso es lo que el mundo simplemente no entiende. Cuando regresó de entre los muertos, fue por amor. Cuando mató a esa familia, fue por amor. Cuando aterroriza, coacciona y obliga a una mujer a dejarse convertir por él, es por amor. Hasta que esa persona se da cuenta de que nunca fue el Elegido, y se convierten en la Novia hambrienta atrapada tras sus muros…

Este es el Drácula que abandona a Lucy y se obsesiona con Mina. Probablemente no tiene un plan ambicioso; EDOM lo está utilizando a él, no al revés: su no-vida es una larga rutina que repite el mismo patrón.

El Acosador es una lúgubre parodia del “vampiro romántico” que se ha vuelto tan popular, la criatura nocturna centenaria que se obsesiona con las adolescentes. Quizás busca el “espíritu reencarnado” de la esposa que “perdió” porque la mató. Quizás simplemente le gustan rubias. Quizás brilla a la luz del sol, con una mirada terrible y sobrenatural que desgarra la cordura o el alma de quienes lo observan. Sea como sea, encontrar una víctima adecuada es un cebo perfecto para la trampa de los Agentes, si están dispuestos a arriesgar a un inocente.

El Ejecutivo Megalómano: Drácula quería ir a Inglaterra porque ejemplificaba la modernidad de 1897; el nuevo y arrollador poder que llevaba el mundo a cuestas. Ahora no le importa Inglaterra. Quiere ir a Silicon Valley. O a Guangzhou. Una potencia de rango medio en decadencia: eso es solo un trampolín, mediante el control de la Ciudad. Drácula quiere gobernar el mundo.

El Ejecutivo viste trajes a medida, se afeitó el bigote hace mucho tiempo y prefiere el hipnotismo y la persuasión a la violencia extrema, aunque siempre es una opción en caso de apuro. Le encanta la tecnología, aunque es más un usuario final que un hacker (tiene gente para eso); rastreémoslo revisando la lista de pedidos anticipados del Apple Watch de Bucarest. Es absurdamente millonario, a una escala que solo varias vidas de cuentas bancarias suizas y el tipo de tráfico de información privilegiada que se puede lograr leyendo los sueños de la gente pueden lograr.

Para el Ejecutivo, intenta intercambiar sus reacciones de pirámide vampírica con las de los EDOM. Drácula se convierte en quien contacta e intenta cooptar a los Agentes —después de todo, ¿para qué desperdiciar talento?— mientras que EDOM es la organización paranoica y despiadada que contraataca (con sus secuaces vampíricos sobornados) ante cualquier posible amenaza.

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