690. La Sanción de la Inquisición

¿Qué es?

Es un suplemento del juego de rol The Dee Sanction. Es una ampliación del escenario hacia la península Ibérica del siglo XVI, la España de Felipe II. Basado en hechos históricos y personalidades reales, pero de una forma libre sin perseguir la fidelidad histórica.

El objetivo

Contar historias donde los personajes jugadores lleven a cabo investigaciones, misterios e intrigas en una Europa casi histórica, ya que lo sobrenatural, la magia, lo sagrado y lo profano, existe más allá de los límites de la percepción popular.

Como novedad, este suplemento incorpora, además, la lucha sin piedad entre el bien y el mal. Una guerra contra lo maligno y lo demoníaco, donde se percibe a Satán o sus secuaces detrás de cada esquina; pero donde los santos, los milagros o los portentos también pueden interceder en los acontecimientos, sea todo esto una amenaza real o simple propaganda.

En este suplemento los jugadores interpretan a agentes que trabajan bajo los auspicios de la Inquisición para evitar amenazas sobrenaturales y mágicas. Los agentes son personas comunes que han acabado como reos de la Inquisición, y a quienes se les ha ofrecido la oportunidad de detener su condena y redimir su pasado, su honor o su alma.

El Escenario

EL REGRESO DE LO SOBRENATURAL

Durante la primera mitad del siglo XVI las reformas religiosas se extendieron por toda Europa como un incendio. La Iglesia Católica, fuertemente cuestionada, reaccionó convocando el Concilio de Trento con la esperanza de reunificar a los creyentes.

EL REY PRUDENTE

Felipe recibió una extensa educación en numerosas materias, como arquitectura, matemáticas, teología, música, etc., pero también en el campo de lo esotérico.

EL ESCORIAL Y EL CÍRCULO

El rey planeó un lugar desde el que gobernar sus extensos reinos, un lugar que fuera al mismo tiempo el centro burocrático de su imperio, pero que también fuese un bastión inexpugnable contra los siervos del maligno.

LA INQUISICION

Felipe dictó al Consejo de la Inquisición una orden secreta, la «Instructio Salomonis Redemptio», según la cual, a algunos reos condenados por la Inquisición se les daría la posibilidad de conmutar la sentencia por prestar servicio al Santo Oficio en su lucha contra el mal, o contra los enemigos del reino con cualquier medio a su alcance. Para buscar y reclutar a los candidatos el Consejo debía servirse de hombres de confianza, ya que la mayor parte de la propia Inquisición debía quedar al margen de todo. Sólo un pequeño grupúsculo de prelados del Santo Oficio, conscientes de lo que se ocultaba en las tinieblas, tendrían como misión seleccionar a los condenados.

MAGIA Y CIENCIA

Como se comenta en el libro básico, las creencias populares del Renacimiento y el Barroco pueden parecer hoy en día ridículas. Conceptos como ciencia, magia, religión y superstición compartían fronteras difusas, entremezclando creencias, prácticas y tradiciones que hoy en día entendemos por separado.

MAGIA, HECHICERÍA Y BRUJERÍA

En la Sanción de la Inquisición, el poder de lo sobrenatural es real, tanto el de la magia como el de la fe. La Iglesia y la Inquisición españolas, en su combate contra la herejía y la corrupción, controlan el conocimiento a través de la censura y del índice de libros prohibidos, pero muchos conocimientos esotéricos y malignos provienen de la tradición popular. Al mismo tiempo deben vigilar las manifestaciones de lo sagrado, pues el número de iluminados que dicen hablar con la Virgen, los ángeles y los santos es enorme entre una población fanática, aunque no son reales en la mayoría de los casos. Teólogos y tratadistas de la época dividen las practicas esotéricas en tres categorías: Magia o Alta Mágia, hechicería y brujería.

Se conoce por«Alta Magia» o «Magia Docta» al arte que, basado en la tradición hermética y enriquecida en España por los conocimientos de la magia islámica y de la cábala judía, intenta penetrar en los misterios de la creación divina.

La Hechicería, en cambio, es el conjunto de prácticas y creencias tradicionales de cada región. Suele ligarse al ámbito rural y las clases marginales urbanas. La hechicería es ambivalente y puede utilizarse para el bien y para el mal.

El caso de la Brujería es sin duda el más temido, pero al mismo tiempo el menos habitual. No se diferencia demasiado de la práctica de la hechicería, y aunque principalmente son acusadas mujeres, también algún hechicero sigue tan funesto camino. La diferencia radica en que mientras que los hechiceros se valen de las tradiciones esotéricas por motivos egoístas o para ganarse la vida, las brujas han hecho un pacto con el diablo para ponerse a su servicio a cambio de poder y de extender el mal —aunque no en todos los casos es así—.

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