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Por encima de todo, la Ordo Veritatis dedica sus esfuerzos a proteger a la humanidad. Los agentes juran defender la vida y la dignidad humanas. Estas metas no se pueden obtener salvo que todos nuestros agentes, incluidos los investigadores, se adhieran a un estricto código ético.
Como nuevo recluta puedes suponer que todo vale a la hora de parar el esoterror, pero nada más lejos de la realidad, la Membrana se debilita siempre que el terror actúe, no le importa quien lo imparta, el asesinato, la tortura u otras malas prácticas lo hacen.
Las entidades de la oscuridad exterior se alimentan de la energía psíquica que desprende la degeneración moral. Un pequeño acto de corrupción puede exponer al mundo a un peligro sobrenatural mucho mayor que un terrible asesinato cometido por un psicópata sin consciencia. Las fuerzas del bien deben tenerlo presente para no dar más energía de la que les generan los esoterroristas.
Asesinato
Queda totalmente prohibido el asesinato en la Ordo Veritatis, el daño a la Membrana causado por un asesinato a sangre fría es muy superior al realizado por defensa propia.
La OV debe dar una Orden de Exigencia para permitir este caso, pero porque el único medio factible para erradicar una brecha mucho peor.
Asesinato y las EOE Ente de la Oscuridad Exterior
Las EOE no son seres humanos y carecen de la capacidad de tomar elecciones morales. Son manifestaciones físicas del mal, convocadas a un mundo que no es el suyo. Atacarlos y matarlos es aceptable para minimizar la exposición del agente en peligro.
En el caso que se haya establecido totalmente que un sujeto ha sido irreversiblemente parasitado por un EOE podrá tratarse como una criatura exterior y acabar con ella de forma rápida y limpia.
Arresto, extracción y fuerza letal
Hay que recordar la premisa de preservar la vida de inocentes, por ello hay que adecuar la fuerza que debemos usar cuando ataquemos a las fuerzas del mal. Las reglas del asesinato no deben frenarnos a la hora de usar fuerza letal pero si la de preservar la vida inocente.
Cada informe que reciban de la OV tendrá en su misión si es necesario eliminar o detener a un esoterrorista en concreto. Arrestarlo y defenderlo hasta llevarlo a las instalaciones para su interrogatorio.
Esto no quiere decir que puedas provocar a otros, en particular a terceros no afiliados con el esoterror, hasta que te ataquen para justificar el uso de la fuerza letal en su contra. Debes emplear tus atribuciones por encima de la ley con el máximo juicio.
Velo posterior a la extracción
Al organizar la captura y arresto de un sujeto sospechoso no debemos olvidar preparar una historia plausible, recordemos que este sujeto tiene familiares y conocidos que en algún momento pueden intentar investigar y buscar de alguna forma. El Velo debe quedar siempre lo más real posible. Fingir la muerte o la desaparición voluntaria es la forma más fácil para evitar la futura rotura de la Membrana. Hay que dejar convencidos que el sujeto no está y no quiere que le busquen.
Técnicas de interrogatorio
Es fácil darse un capricho y repartir una manta de hostias al sujeto interrogado para intentar soltar toda nuestra rabia y nerviosismo, es totalmente comprensible. Pero hay que resistir ese impulso, esa práctica debilita la Membrana.
Consecuentemente, se prohíbe a todos los agentes de la Ordo emplear las siguientes técnicas: el submarino, las posturas forzadas, la privación del sueño, la exposición a temperaturas extremas y la interferencia sensorial prolongada (tanto la privación como la estimulación excesiva, como por ejemplo el uso de sonidos o música ensordecedora o desorientadora). Sobra decir que otros métodos más obvios de causar dolor, sufrimiento y miedo a morir también están terminantemente prohibidos.
En su lugar, los equipos entrenados específicamente para el interrogatorio emplean métodos psicológicos leves (MPL) durante un largo periodo de tiempo. Estos métodos incluyen engañar, intimidar y establecer un dominio emocional o, en igual medida, ganarse lentamente la confianza del sujeto.
Ética del Velo
El despliegue del Velo debe respetar la dignidad individual y comunal. No deben crearse historias que pongan en duda la reputación de inocentes, traumas psicológicos o sufrimiento emocional. Sin embargo, es permisible impartir justicia a malhechores serios, sean o no siervos conocidos del enemigo.