503. Hijos del Jade, Insulares y Matriarcas de Rada, Kingsmouth

Martes de Dungeons & Dragons, seguimos explicando las culturas de Kingsmouth, ciudad de Providence.

Hijos del Jade

Místicos orientales

En barcos monstruosos llegaron desde el Este, perdiendo más de la mitad de las naves en el viaje. Pero eso no fue todo, una vez allí tuvieron que aguantar los prejuicios raciales durante siglos. La Santa Iglesia de Kingsmouth nunca aceptó la presencia de otros dioses en Providence, por lo que estos orientales tuvieron que hacer reconversión a la religión oficial para poder quedarse.

Ahora los hijos del Jade son tan providencianos como cualquiera, los hijos del jade se hacinan en un barrio de Kingsmouth donde predominan las estéticas, los olores y la idiosincrasias de la filosofía de oriente. Reservados y suspicaces, su visión analítica de la sociedad les hace buenos comerciantes, no han abandonado su filosofía ascética traída de su continente y dosifican bien sus escasos recursos sin derroches innecesarios. 

Descripción 

Hace tiempo que muchos Hijos del Jade se mezclaron con las gentes de Kingsmouth, pero la mayoría prefiere mantener su identidad, y aún viven aislados. Por lo general son algo más bajos que los capitalinos, de piel más clara y de ojos rasgados.  

Nivel de vida

Siete de cada diez hijos del jade pertenecen a una familia llamada «descendientes del dragón», y se arriman a una vida humilde y sin lujos. Tu nivel de vida empieza en pobre, aunque esto puede ser visto como una endemia de tu condición, que podrás cambiar en un futuro. Sin embargo, existen dos clanes más: los comerciantes «despojados de Leng», y «los solemnes señores de Hsan», familias importantes que pueden llegar a tener niveles que van de modesto a aristocrático.  

Estatus: Villanos y muy raramente algún hidalgo en descendientes del dragón; señores con respecto a los comerciantes; algún marqués entre la familia Hsan. 

Insulares

Corsarios y navegantes

No sólo la tierra está dominada por las tinieblas, también las aguas. Pero los insulares no han rehusado a seguir navegando a pesar de todo; aún viven sobre las ruinas de la antigüedad, en los archipiélagos. 

Su interés se ha escorado como el casco de una nave por aguas más tormentosas, asumiendo que en un mundo tan peligroso la piratería representa un método de supervivencia más rentable que cualquier otro. Por eso, rehúyen la práctica del hacinamiento, creyendo que un día los primigenios volverán a alzarse y, ¿para qué esforzarse pues en construir grandes imperios? 

Los insulares tienen una ciudad capital, Solitaria, en la isla del mismo nombre. Pero su gobierno se halla en realidad desperdigado por todo el mar de Bruma, mientras que la urbe queda relegada a los cónclaves que se celebran allí cada año. Creada en el esqueleto de una gargantuesca criatura muchos años después del despertar de los profundos, probablemente fuera la guarida de algún desalmado pirata.

El pueblo del mar se hacen llamar y tienen disputas y conflictos sangrientos con los norteños por el precio de las capturas y el dominio de las aguas.

Descripción

Los insulares son mujeres y hombres de gran resistencia, resilientes y animosos. Bogan por el mar dedicándose al comercio, y muchos vigilan las costas, sabiendo que algo se oculta bajo las aguas, lo que les hacen grandes contadores de historias. Muchos gustan de mostrar ostentosidades provenientes de otras tierras, normalmente en forma de abalorios o ropajes de colores llamativos. Los insulares están acostumbrados a los viajes y a ver algo de mundo, por lo que suelen tener una actitud más abierta que el resto de los providencianos. 

Nivel de vida: Como gente de mar, los Insulares son excepcionales comerciantes que rivalizan con los desposeídos de Leng, de los hijos del jade. Empiezas con un nivel de vida que puede ir desde modesto a rico

Estatus: Desde villanos a barones.

Matriarcas de Rada 

Caminantes de dos mundos 

Apenas un siglo atras, se aposentaron en Kingsmouth venidas del sur unas tribus llamadas Matriarcas de Rada. Se trata de una cultura fuertemente ligada a la religión, y que han hecho grandes aportaciones para comprender el Mundo de las Sombras. Vigiladas por la Inquisición son necesitadas a la vez que temidas. Los únicos miembros de la tribu que se hacen eruditas son mujeres, mientras los hombres sólo están para procrear y donar gustosamente su sangre para los ritos.  

Transgresoras y astutas, las matriarcas de Rada suelen tener una actitud irreverente, y aunque representen una comunidad pequeña entre el mar de capitalinos de Kingsmouth, son suficientemente «ruidosas» como para perturbar la estrecha visión de los más conservadores. 

Las mujeres siguen una loa llamada Rada, un espíritu que camina entre ambos mundos, el de la vida y la muerte. El equivalente de Rada en el panteón de Kingsmouth es Rankarog, pues ambos están ligados al agua, elemento que veneran.

Descripción 

Las matriarcas tienen ojos almendrados, son altas y de tez oscura. Llevan el pelo entrenzado, con flores y caminan con paso seguro y arrojado. Algunas se exceden de valentía y caen en la arrogancia, pero por lo general son vehementes y taxativas. Mordaces y fatales, las matriarcas muestran abiertamente su insatisfacción con la sociedad a través de su vestimenta ostentosa.

Nivel de vida: Las matriarcas gustan de llamar la atención, pero odian las opulencias y los lujos. Esto no quiere decir que no acumulen riquezas para beneficio de su comunidad: su nivel de vida puede variar, desde pobre hasta modesto, siendo la mayoría de ellas austeras

Estatus: Los modales y la etiqueta son una prisión para las matriarcas, que desprecian el clasismo con ahínco. A pesar de ello, saben que desafortunadamente el poder político tiene filtros estamentales que hay que traspasar por necesidad.

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